El hombre, envuelto en su soledad, un día dejo de amar,
se conformó con las migajas de la pasion a veces.
La soledad le dio comodidad, libertad, diversión,
la moda, lo obligo a mirar a otro éxito.
Como si los titulos, los bienes, los mundos,
los caminos propios, envueltos en el ego,
dieran la felicidad eterna, sin embargo,
un día te levantas y tienes mas de treinta.
No sabes amar, nunca lo practicaste,
y apenas comienzas a entender,
que no puedes seguir viviendo asi hasta los sesenta,
ya salir de noche te cansa más que de costumbre.
La preocupacion te llego tarde, te apresuras
y solo buscar mitigar tu soledad con idioteces.
Un amante, un hijo, que son sin la plenitud
de un amor deseado?, sin el deseo de un por siempre.
Has mirado como los adolescentes de dieciseis años,
se comportan como niños de ocho?
Tu te ves peor, porque entre muchas cosas,
ellos pueden alegar inmaduréz, tu que excusa tienes?.
Solo suponte que estás a tiempo de amar en serio,
suponte que en verdad deseas cambiar un poco,
te reto a salir a la calle a mirar un poco a la gente,
cuantos no merecen un verdadero beso de amor?
Son pocos, porque son pocos los que no se rinden,
ante su ego, ante la desesperante soledad,
los que entienden que la independencia es solo
una etapa más y no un medio de vida.
Y si amás con la felicidad de un ser humano cualquiera,
atrevete a ser diferente, a demostrarlo,
A tener fe en tu compromiso, a no dejarte seducir,
a ceder cada vez más por un nosotros.
A mostrar con cada acto, que en verdad crees y vives,
la posibilidad, de que Dios hizo un solo corazón,
Pero con su sabiduria, lo dividio en dos almas distintas,
para encontrase, amarse y ser uno otra vez.
