A veces uno tiene demasiada razón, entre las cosas que aparentemente uno puede tener en un caracter tan basto, la razón no parece tan perjudicial, sin embargo, todo en exceso es malo.
Una vez recurrí a alguien con mi drama, con los sentimientos en las manos, una decisión que no entendia. Para pedir un buen consejo [Si, eran dias dificiles, como para sentir la necesidad de un consejo]. Me dijo algo importante que no olvidaré: "La incapacidad de amar, no es tuya".
Me sentí mejor, mi vida cambio deje de sentirme triste, salió un arcoiris en el horizonte, brotaron flores del suelo y yo subí una montaña con la alegría que sentia... si, claro ¬¬.
Pero definitivamente fué un buen consejo, después de reflexionarlo un poco, gané tranquilidad en el alma ligeramente destrozada, ligero, como una bomba atómica, y muchos meses después del consejo pude quitarle las rueditas a mi bicicleta.
Muchas lunas pasaron y quien me dio ese consejo, me platico su terrible historia de amor, era peor que el hecho de no tener galletas para comer un helado. Estaba un poco desesperada, porque su novio, como que no queria dar el paso bueno. Yo le dije algo que me salio del alma, algo que marcó su vida, ya no me acuerdo que es, pero también le dije "Amar, también es esperar".
Y me dijo: "No mames!!!", no, la verdad es que me dió mucho gusto recibir la invitacion a su boda semanas después. Ya poniendome un poco serio [aunque hoy no traigo ganas], si hubiera un libro que se llamara "amor", uno de sus capitulos seria "Esperar", uno de los estados mas dificiles, porque basicamente no podemos hacer mucho, pero quiero traer otro de los consejos que me marcó como por dos años "Esto, no es de un fin de semana, ni de dias, es para reflexionar".
Ama y no te arrepientas, no esperes un final feliz, aunque exista la posibilidad de esperar eternamente, ama hasta que ya no puedas, cuando tu orgullo se canse, estarán los brazos de alguien mas esperando, o probablemente el tont@ que te dejo ir, te pida una segunda oportunidad.
Para ese momento, te habras de convertir en un ser tan maduro, tan entero, que te ames tanto a ti, como para que digas: "Ni Madres!" o te pongas de nena y lo aceptes, pero sin duda, amar, es esperar.
Y a pesar de los pesares del mundo, ama sin mañana, para que valga la pena tu existencia.
