25 jul 2010

De las Poesías que no llegaron



El verdadero secreto de la poesía consiste en que cada verso tiene un destinatario,
muchas veces el propio poeta, otras de las miradas apacibles de la gente que mira en la calle, otras tantas de las historias que le cuentan y de sus respuestas al mundo y muchas más para desahogar sentimientos.

A veces me permito recordar esos destinatarios que jamás tuvieron mis versos de frente,
a veces me permito recordar a los que me leyeron y captaron los mensajes,
pero guardan un lugar especial en mi memoria, quienes jamás cruzaron en su mente la idea de ser dignos de merecer mis letras, siendo que lo que soy ahora es gracias a eso que alguna vez sentí.

Y aunque la vida ahora sea una felicidad estable y las letras son deberes a veces, aunque deberes no tan apreciados. Las letras escritas, son testimonio de la esencia que me ha formado y sus destinatarios son piezas importantes de la vida.

Sin embargo y a pesar de eso, mañana que comience a escribir mi testamento o el libro de mi vida, buscaré la manera de reconocer quien inspiró mis mejores letras, mis pasiones a un tiempo ya pasado, pero trascendente.

Por lo pronto hoy descanso tranquilo con el corazón de un poeta y el amor de un hombre simple, que siempre ha buscado traducir al mundo confuso y a veces cruel, en amor

2 jul 2010

Seria bueno al menos un día quedarse dormido pensando que el amor existe.




Sería bueno al menos un día quedarse dormido pensando que al amor existe,
a tal punto que nuestra conciencia olvidara el color de nuestra alma.
Sería bueno llorar y quedarse dormido pensando que el amor existe,
a tal punto que no pudiéramos distinguir si nuestras lagrimas evocan dolor o alegría.

Sería bueno al menos un día quedarse dormido creyendo que el amor existe,
a tal punto que pudiéramos olvidar nuestros miedos y cicatrices para ser libres.
Amar con la libertad que solo dan las utopías, sin las humanas y miedosas reservas,
romper los paradigmas de la mesura, por la pasión que nunca, que jamás acaba.

Sería bueno al menos un día quedarse dormido creyendo que el amor existe,
defendiendo con la vida, la grotesca idea, de que solo amando podemos trascender.
Y derrumbar los muros miopes de la sociedad egoísta, que renuncia a su felicidad,
con vidas independientes y propias, que al final de la vida, arrojan una hipótesis rechazada.

Sería bueno quedarse dormido pensando que el amor existe, y al despertar luchar para merecerlo,
obnubilados y absortos con la mirada perdida en otro universo, amando y viviendo.
Viviendo en un sueño que a veces duele, viviendo un sueño que a veces frustra,
pero viviendo un sueño único y que será siempre inarrepentible.

Sería bueno quedarme dormido a tu lado, y al despertar darte las gracias,
por que cada noche cuando al fin comienzo a conciliar el sueño,
tu recuerdo esboza en mi una sonrisa y me recuerda.
Que como hace ya muchos veces, no tengo problemas en dudar que el amor existe.





Aviso

El trabajo publicado está protegido por las leyes de derecho de autor