19 may 2011

Misión (Parte 6)

Lunes Santo, apresurado desde la mañana, el padre nos visitaba y celebraría temprano, era necesario disponernos a avisar a la gente de su llegada para convocar una audiencia aceptable, ese día visitaría con una mujer que es precisamente el diablo en persona, su primera misión fue también dos mil seis, gran parte de mis ultimas actuaciones en grupo fue para menospreciar su presencia, es una dama manipuladora, con la que seguido yo tomo un café o una cerveza para jugar una partida de ajedrez mental.

Siento que mi ego empaña demasiado los relatos, por eso escribo tan poco, para no cansarte más en lo que termino, por eso procuraré terminar pronto...

Tristemente ella un día escupiendo algo de veneno me diría antes que nadie más sobre los gustos de esa mujer que ame tanto y que ahora a veces hasta odio, quizá si me lo hubiera dicho de forma mas razonable hubiera perdido menos tiempo. Sin embargo los hubiera no existen y cada día doy gracias por las cosas que me pasan y son aprendizaje, porque curten el caracter y la personalidad que tanto me agrada, que sería de un hombre misterioso sin algún dolor psicógeno.

Aprendí con ella un par de chistes muy pelados, podré ser un connotado perverso, pero vulgar jamás. Ya sabes que me gusta hablar sutil, si no dijera tantos improperios de esos que aprendí en mi escuela o en el nido de ex-convictos donde trabajo, casi hasta poeticamente, pero aunque desde hace muchos años soy gustoso de comer chocolate de una forma más creativa, tengo un buen control para sonrojarme y aparentar decencia. Antier que me dieron un beso dos mujeres al mismo tiempo, una en cada mejilla, encendí el interruptor, pero una de ellas acertó y dijo, "Solo te pones rojo, para darnos el avión"; mujer lista.

Una Misa que parecía monologo de comediante de canal cinco, divertida, entretenida, me hizo reír bastante, divertidas las homilias de un sacerdote un poquito fuera de sus cabales. Por la tarde catequesis, quizá eramos muchos dos personas para ocho parvulitos, pero irme a jovenes ni pensarlo, pagué ese lunes otra larga cuota de rechazos, a una mujer así solo se le puede tratar de una manera, robandole un beso. Pero ya no es mi intención salvar el alma de una mujer herida, quiero amar mejor, a quien esté dispuesta, a quien lo merezca, a quien le agrade lo que soy, la pasión y uno que otro de mis poemas.

Ojalá me hubiera insultado algún día, ojalá me hubiera tratado indiferente sin miedo a que me acercara a una de sus catequesis, a una de sus actividades, ojalá hubiera conversado conmigo de forma jovial, pero bueno, es imposible y jamás haré nada más por curarla. Sin embargo duele el rechazo al que nadie estamos acostumbrados.

Por la tarde jugamos baloncesto, esa mujer diabólica empezó a jugar rudo contra mi, yo hice lo propio contra ese colega que antes era un pobre diablo y ahora ya es más hombrecito. Después de muchos golpes, patadas, manotazos y aventones, creí prudente pedir una ambulancia o una silla de ruedas pero al carecer el pueblo de ellas, decidí mejor disfrutar el dolor, como el de una hermosa violencia.

A ella le fue peor, jugando a la quemada uno de esos malos pasos, le causaron que su pierna girara pero su tobillo permaneciera estático suficiente para que quedara muy fuera de su lugar, fue tan fuerte que hasta la rodilla se lastimó un poco, la llevamos al centro cojeando fue la preocupación de lo que pudiera sucederle que llegamos a pensar en regresar a Durango para que recibiera apropiada atención médica.

Pensaríamos bien el martes que procedería, por lo pronto y a la noche, un poco del ungüento que una fraterna que padece de las rodillas llevaba y que nos hacía sentir más viejos todavía, lo único que la acompañaría para las molestias de esa noche.

Cuando se es infante, el mundo entero provoca una pasión exagerada, todo se quiere aprender y probar, cuando maduramos solo descartamos la mayoría de las cosas y dejamos solo unas pocas pero que nos hacen vibrar, una canción, una noche estrellada, la sonrisa de un niño, escribir cuando el que dicta es el corazón, leer un cuento que nos de algo de anestesia para el dolor imaginando que cada herida es un paso a una redención que en verdad no existe, si no la creemos y la creamos.

El dolor es una gracia para la humanidad, nos hace valorar la vida y hasta nos obliga a mirar a Dios, por eso debe curarse para aprender a ver lo mismo sin algún motivo físico que nos inflame tanto deseo por la vida, el dolor debe vivirse, solo vivirse.

Dios se hacía presente de muchas formas esa semana, yo seguía librando mi guerra contra el ego, que en la Sierra no es tan difícil de ganar, como aquí, en la turbia rutina. Nada trascendente recuerdo de esa noche, probable es que andaba vestido de estoicicidad ese modo automático con el que me enfrento al mundo cuando me aburre o siento que no merece la pena el desgaste por una nimiedad... que te puedo decir si así vives tu.

Despertar de martes santo, ese día vimos que la gran devoción mariana del pueblo era un gran problema, las mujeres asistían al Rosario con gran devoción apesar de ser a las siete treinta de la madrugada, pero no se sentían muy animadas de ir en la tarde a la celebración. Eso de levantarse antes de las siete debería estar prohibido en alguna ley, sin embargo del domingo al jueves fue una devoción de casi todos los misioneros.

Una señora decía que había encontrado la imagen de la virgen en una semilla de calabaza y otra la tenia en el tubo de su cocedor, otra más tenía un altar del tamaño de una de mis habitaciones, adornado de forma barroca, un papel picado más y se hubiera visto recargado. Es la idolatría algo tan humano como el tener una personalidad adictiva, pero la idolatría hay que combatirla, mientras que para lo otro, solo podemos elegir una buena adicción. No pretendo ninguna definición proveniente de la salud, donde cada adicción por ende implica algo negativo, porque bien podemos ser adictos a la felicidad y al amor divino,y yo no veo algo negativo en eso. (terco y mucho).

Nunca he sido muy mariano, durante la semana aprendí un poco a darle un lugar más amplio en mi corazón a una mujer única, que vivió un amor tan profundo por Dios, que bien merece el lugar en la fe, que la religión le da. Sigo sin apoyar muestras como las peregrinaciones, que me parece que son más espectáculo que devoción, que son muestras públicas para un fe que debiera ser primero privada, en fin, sería mejor detener las letras, antes que un buscador de herejes de con éstas letras.

Ese día me tocó jugar yo solo con los parvulitos, quizá desde que tengo sobrinas soy un poco menos ogro, o es quizá que los niños me fascinan más con su inocencia, pero aunque todavía no tendría propios me agrada jugar y correr con esos imparables niños, de los que me gane el cariño de dos o tres, jamás me había pasado eso y es bueno cambiar cuando se trata de volver a ser niños y de quererlos como prueba viva del amor de Dios y de la esperanza que cuelga en una humanidad que a veces falla tanto.

Sea pues, que para el martes estaba muy cansado, trabajar catorce horas las dos semanas previas estaban cobrando un poco la factura, pero el Espiritu Santo mueve el corazón y el cuerpo, aunque nada es lo mismo que hace cinco años, ahora con mas fuerza, menos cuerpo y muy poco corazón.








17 may 2011

Don Margarito


Don Margarito es un hombre celebre en El Tule , todos lo llaman tío y lo dicen bien pues al ser de los hombres mas viejos en un pueblo donde casi todos comparten un apellido, el parentesco se lleva en la sangre y en la piel.

Pasa las horas agazapado en una esquina de su corral para cerdos, sentado en un banco pequeño, a sus pies una bandeja de plástico azul con la orilla rota, el siempre con la cabeza agachada y la mirada perdida, las manos aprendieron hace más de siete décadas la forma de desgranar elotes y desde hacía tiempo era su principal actividad.

Con ochenta y cuatro años era ya imposible cuidar ganado, sus pasos tranquilos pero ya un poco lerdos se miraban poco por el pueblo desde hacía tiempo. Ocasionalmente cuando algún fuereño llamaba a gritos afuera de su casa, nadie respondía, si era mucha la urgencia entraban por un corral de gallinas hasta la puerta de su hogar y después de repetidos llamados y de haber terminado con la paciencia del visitante, aparecía la cabeza de Don Margarito sobre la cerca de metro y medio de altura.

Eran muchos los pensaban que por su edad se le había cansado el oído, pero la realidad era que cuando alguien visitaba improvisadamente su hogar, ahí agachado en el rincón además de desgranar elote lloraba amargamente y era su demora el tiempo necesario para retirar un par de lagrimas por la perdida de su mujer, con la que había compartido más de cincuenta años de su vida, la que le dio nueve hijos y la que había partido hace apenas un año después de pasar varios meses enferma en cama.

Doña Zenaida fue una mujer muy religiosa, encargada de la capilla por mas de tres décadas, su enfermedad apareció de pronto y la agravó en poco tiempo, un día dejó solo al único viudo del pueblo, ésto porque la cultura no le perdona por mucho tiempo la vida a un viejo que ha perdido a su compañera, no así las viudas que viven muchos años después de que la muerte se lleva repentinamente a su compañero, será la debilidad o la dependencia, la que le de la gracia a un viejo de padecer poco tiempo el delirio de la soledad y darle el regalo de la muerte.

Pasan y pasarán los días donde Don Margarito siga agazapado desgranando elote, recordando con lagrimas a Doña Zenaida, extrañando la perdida y añorando el momento de un reencuentro en otro universo, con la esperanza de consuelo a las ojeras cada vez más grandes, a la ropa que queda cada vez mas holgada porque a veces el luto hace que se olvide el hambre y que se olvide el sueño, y es quizá hasta el momento donde el cuerpo inerte encuentra en el reposo de la tierra, cuando se escribe la ultima letra del amor humano.


15 may 2011

Misión (Parte 5)

Despertar de domingo de ramos, buen momento para subir al cerro ubicado frente al pueblo, una oración con la perfecta vista del objetivo de misión, aún recuerdo que el objetivo era establecer un pequeño compromiso evaluable con el paso de los días.

Motivación cerrada con las antífonas finales de las oraciones Lasallistas, un leve apretón de manos, luego unas fotos al pueblo, a la fraternidad. Mi propósito personal es vivir en humildad sin protagonismo esa semana, por lo que quería observar y ser el lente a los mejores momentos, imaginarme sin mi clásico egoísmo y esa vanidad con la que convivo para que me vuelva un poco interesante sin volverme malo.

Un domingo antes, había decidido comprar un par de botas ya que después del asalto solo tenia dos pares de zapatos y ninguno idóneo para transitar en caminos de la sierra, botas excelentes con un detalle ideal ya que concentraban el peso en la punta del pie, en lugar de lo acostumbrado que es ponerlo al talón, ese día iba a estrenarlas.

Al bajar del cerro, resbalé y no quedó de otra más que bajar rápidamente, aunque de forma algo incontrolable, esquivé a los que pude, menos al buen chito, que me tomó del brazo y con el que seguí bajando a toda la velocidad, hasta que el refirió que era mejor caernos, así que en un tacleo digno de la conferencia nacional de la liga de futbol americano de Estados Unidos, nos dimos un buen golpe y varios raspones, hasta mi pantalón se rompió ligeramente arriba de la bolsa trasera derecha, hacían falta diez misiones para caerme, primera estación de la semana, suele no gustarme mostrar quejas de dolor alguno, pero ésta vez si me dieron ganas.

Antes de la celebración, conocimos a varios jóvenes del pueblo, que practican el deporte oficial del Tule, que es estar tronando en el aire un enorme chicote que ellos llaman chirrión, ese ruido nos acompañaba desde el alba hasta el anochecer, fue así como conocimos a Leoncio Remedios, un chavo de dieciséis años al que de cariño le llamaban Mello. Era el típico muchacho escandaloso que de inicio quiere mostrar que es su territorio y aún chiveado trata de mostrarse a las misioneras.

Que extraño que justo a ésta parte del relato, haya recordado, cuando una vez boteando sobre la calle de Cuauhtemoc y Pino Suarez, a una fraternilla un señor le dió un billete de cincuenta por una paletita, eso era talento o cara de inocencia o de belleza, no lo se. Buenos recuerdos para ésta memoria que a veces se divierte.

Una paraliturgia un poco fría un poco seca, poca gente participó y fue un parte aguas para evaluar campos y mejores lineas para movernos, nos retiramos pronto, porque el Padre nos visitaría mañana a primera hora, el celebraría el Lunes Santo, nosotros habríamos de hacer oración y evaluar nuevas estrategias.


13 may 2011

Misión (Parte 4)

El Padre visitaría cada pueblo a lo largo de la semana, por lo que, decidimos que yo me quedara toda la semana en El Tule, pueblo más lejano de todos y frontera de la Prelatura de El Salto, además de eso, el reducido número de integrantes en la fraternidad, que eran cinco sin mi, no tuve que pensar mucho para decidir que era lo mejor para todos.

Después de tantos intentos a lo largo de tres años de querer hablar con ella, no lo intentaría en la semana santa, pero tenía la esperanza de al menos tener un trato fraternal aunque fuera algo hipócrita, sabes lo que pienso de misiones, es una actividad por Dios, y por eso se tiene que hacer, querer unir a un pueblo estando divididos es incoherente e imposible.

Sabes, ni yo sabía que esa semana expiaría muchas de mis culpas.

Un viaje tranquilo, pasando los caminos a veces lento, a veces más rápido, en una recta perdí mi sombrero, afortunadamente atrás de nosotros iban 2 fraternidades y lo recuperaron, tiene valor sentimental, varios años ya de misiones y puede contar algunas historias. El Tule se encuentra a unas dos horas de San Diego de Alcalá, es un pueblo eminentemente ganadero, todas las familias tienen vacas, unos diez, otros veinte, algunos llegan a tener cien animales.

La cabecera municipal más cercana es Nuevo Ideal llamada antes estación Patos, mi madre me dice que mi bisabuelo fue de los primeros presidentes municipales y durante los años que mi abuela estuvo con vida, yo pasaba cada navidad ahí, todavía mi madre conserva una pequeña casa ahí, tristemente ahora la inseguridad está en el orden de lo escandaloso, es realmente una zona casi imposible de visitar. El Tule está a unas tres horas de Nuevo Ideal, por eso se ha mantenido alejado de hechos violentos por el momento.

Unas treinta y cinco casas mas o menos bien distribuidas, la planeación del pueblo al parecer partía de la época del Porfiriato, hace algunos ciento cincuenta años cuando los hacendados vieron en la región casi virgen un buen terreno para agostadero, muchos de los primeros habitantes eran originarios de Michoacán, fueron ellos los que exterminaron a un pequeño grupo de indígenas nativos, de los cuales no ha quedado mayor rastro que una cueva que en su interior alberga pinturas rupestres y un ojo de agua, investigando un poco di con el nombre de ese lugar, conocido como "la cueva de los monos", un viejo nos dijo que estaba a unas dos horas de caminata, algún día la visitaré te envío desde ahora la más cordial invitación.

La gente era un poco cerrada y aunque como tantos pueblos de nuestra sierra todos eran familiares, el pueblo se encontraba algo dividido, pequeñas diferencias que con el tiempo se hacen grandes, el robo de una vaca, el cerrar la tubería que conecta a la casa de un vecino para llenar más rápido los bebederos de los animales, entre tantas nimiedades que pueden dividir a un pueblo pequeño.

Desde el sábado que llegamos vimos una gran área de oportunidad para nuestra labor, eso comentamos nuestra primera tarde, mientras limpiábamos y desempacábamos la despensa y la siempre tarea de dividir nuestros espacios personales. Me encontraba con esa dulce expectativa, esos momentos que adoro donde los planes se construyen, donde los sueños se tejen y las ilusiones nacen.

8 may 2011

Misión (Parte 3)

[que mis ruidos no perturben tus señales]

Por algo la fraternidad de misioneros universitarios y profesionistas se mantiene presente, siendo la más animosa en toda clase de canciones misioneras en el largo viaje a causa del lento transporte que sube con cautela las pendientes de la carretera libre a Mazatlan. Los rostros desvelados y cansados de los niños de quince que llegaron algo molidos, contra nuestra "juventud" y vida eran un delicioso contraste, nos daba confianza, para demostrar que aún teníamos mucho que dar en misión.

Siempre es la prisa de llegar a Misa, estacionarnos en un estadio donde sólo había menos de 10 autobuses, que triste si lo comparas contra las decenas y decenas de otros años, seriamos éste año veinticuatro las fraternidades presentes en la misa de envío, otras nueve al parecer se habían dirigido directo a sus pueblos. Era un orgullo tocar la misa de envío y clausura, el escenario dispuesto al tamaño y a la solemnidad del evento, sería la catedral de El Salto el escenario de tan emocionantes oficios.

Dado que dos de nuestros mejores voces e instrumentos eran también pastoralistas, tuve el honor de pasar a la consagración, honor que después me hizo derramar algunas lagrimas durante la comunión, me sentí sumamente feliz, de además de las circunstancias seguir vivo y estar allí después de tantas dificultades, en ese momento me olvide de todo, hasta de las dos llamadas que había recibido mientras viajábamos de Durango a El Salto de mi trabajo, para preguntarme un par de cosas.

Salimos sin tanta prisa, los hermanos presionaban un poco nuestra salida, no se, si por llegar rápido con las comunidades que nos esperaban, o por la envidia de que todas las fraternidades misioneras pertenecían a los grupos no vinculados, que por tanto tiempo discriminaron de la misión de semana santa. Salimos después de que el coro acomodara sus cosas y arreglara sus clásicos problemas intrafraternales, suelen romperse algunas medias de vez en cuando.

Caminábamos rumbo a los camiones y caminando a lado del buen Chito y de una chava nueva llamada Ale (De las mil Ales que hubo, hay y habrá) y de todas las veces que he estado cerca de morir, ésta hubiera sido la que me hubiera llevado con mayor seguridad a un buen lugar del cielo, pues casi nos atropella la X-Trail del obispo. Creo que si ciertas personas hubieran observado la escena, se habrían lamentado del hecho de que no se sucediera (le exagero, pero es que me causa tanto impacto del odio popular muy bien justificado en algunos casos).

Salimos y después de que chito decidiera seguir las indicaciones de un voluntario y de seguir a una fraternidad que salía antes, tomamos un camino que iba a Puentecillas y que después de seguir media hora, conminé a Chito, a preguntar a unos choferes de trocero que estaban a la orilla para que nos indicaran el camino, perdimos unos cuarenta minutos en salir de El Salto, y tome la dirección del autobús, así que nos fuimos por la autopista.

Después de aproximadamente hora y media de viaje, llegamos al entronque a Otinapa, geniales caminos, donde poco a poco se respira sierra, llegando a Otinapa decidimos ir gritando "Cristo Vive", en todos los pueblos visitados en otros tiempos, empezamos allí donde hace cuatro años te me pusiste algo rebelde, junto con casi todos tus fraternos, que buenos recuerdos, pero en fin. seguimos, Santa Cruz de San Javier, Gonzalez Ortega, La Luz, todos esos visitados en semana santa o verano. La carretera terminó en un pueblo chiquito llamado rodriguez puebla, puedes creer que aún no se termina una carretera de menos de cincuenta kilometros, que empezó hace cinco años... ya ves como se van inaugurando cada kilometro que construyen, seguimos la brecha, que sin mucha dificultad y después de un buen rato, nos condujo hasta Ignacio Zaragoza Durango.

Decidí que entráramos al pueblo a preguntar, ya que se veían al menos unos tres entronques a la salida del pueblo, finalmente nos dirigieron al lugar indicado para seguir a San Diego de Alcalá, después de preguntar en varias casas y de que yo persiguiera un burro (casualidad y sin connotaciones mujer) iniciamos un descenso pronunciado, por un arroyo que en tiempo de agua es amplísimo, una hora aproximadamente para bajar lentamente y cruzar por vados el arroyo, finalmente llegamos a San Diego, al entrar preguntamos por la capilla y rápidamente nos lo indicaron, unas cartulinas anunciaban la palabra "bienvenidos", y al detener el camión había señoras con comida para ofrecernos, al tiempo que el Padre tocaba animosamente las campanas.

Solo me despedí con una mirada, de quien se quedaba allí con algunos de mis sueños.




3 may 2011

Misión (Parte 2)

Sería la décima misión la que por primera vez me llevaría a romper por cincuenta minutos la puntualidad a la que a esas citas suelo acudir a tiempo. Llegué con el animo y la expectativa de poder fundirme en la calidez del animo misionero, creía yo que mis antecedentes me permitirían un trato cordial con la gente salvo sus claras excepciones.

De los cuarenta y siete valientes en seis fraternidades, llevaríamos unos diez nuevos a los cuales jamás había visto, fuera de eso van esas ligeras incomodas historias que enrarecían el ambiente. La coordinadora de la fraternidad uno fue una mujer a la que amé desde la distancia hasta el cansancio, la liberé de mi yugo y me regalo el odio que su orgullo le enseñó, triste es que su cambio conmigo empezó por razones más biológicas cuando unas caprichosas hormonas empezaron a escasear en su cuerpo y ahora parece que la han afectado como para sentir atracción por unas manos como las de ella... Te lo cuento porque para ella dejó de ser íntima esa información hace tiempo. Y porque aquí, quizá solo aquí puedo desnudar el alma a placer.

La fraternidad dos era donde se encuentra la mujer que solo conociendo el amor viril por alguien que viste de blanco y que además de entradas tiene ya salidas, es quien alguna vez no quise revelar su nombre después de un desayuno en ciertos flores y frutos, pero que apetece además de curar su ego y un par de pacientes, de probar activamente placeres que de pasivos como él discurren de un amargado cinismo por la verdad... Nada tengo contra quien expresa su gusto o necesidad de afecto o placer de la forma XY es a XY o XX es a XX. Pero él enerva mi conciencia, porque pretende aparentar con damas guapas como es ésta damisela, sus valores cristianos, eso si me da asco. No se porque ella pudiera odiarme, quizá si el destino nunca quiso que fuéramos amigos, fue el capricho del camino el que pudiera hacerme llamarle 'socia', que me queda más que reírme de tal situación tan desconcertante.

En la fraternidad tres se encuentra aquel ex que esa mujer tenía cuando nuestras bocas se toparon una noche... cierto es que el karma (por llamarlo de algún modo) de hacer que una mujer rompa su compromiso por mi, que aunque efímero, mediocre y con más calificativos, me he dado cuenta que pagué con creces como justo pago a mi fechoría... Perdí a un conocido que con justa razón me odia un poco. Aunque en mi defensa puedo decir que hasta el último día luche por esa mujer, para tomarla de la mano lo que me quedara de vida, sabiendo que no era perfecta, sabiendo tanto, sin embargo todo se paga y lo he comprendido a tiempo... Ninguna mujer que valga la pena, romperá su orgullo y su prejuicio para abandonar a quien (mal o bien) la acompañe aún por el mejor de los príncipes, mucho menos por el más humilde de los poetas desconocido. Algún día te confesaré como aplica eso con nuestro caso...

Allí con el ésta la mujer del libro, hablo de ella (si tu vanidad fuera mucha ad propositum pertinere y no quieres leer lo que hay que decir de ella salta al siguiente párrafo) porque la atracción magnética que nos causamos es un tanto mal vista por los demás siendo que puedo hablar con ella de lo que sea sin el miedo de hacerla infiel, porque de serlo nos decepcionaríamos mutuamente y ambos cuidamos ser una dama y un caballero por si alguna vez nos toca amarnos sea de la forma más lícita y sin culpabilidad.

En la fraternidad cuatro está precisamente el improvisado compañero de ella, un hombre fuerte y no tan alto, intelectualmente es de los que después de estudiar mucho saca un decoroso ocho, creo que tardará unos seis años en sacar su ingeniería en el tecnológico, tiene una ligera discapacidad para hablar, el día que lo conocí el llegó y se presentó conmigo, creo que en menos de cuarenta y cinco minutos solo me falto absolverlo, pues ya me había confesado su vida y más datos que realmente ya no recuerdo porque me decepcionaron al usar mi labia para cosas ordinarias, es un buen chico. Me odia. En mi presencia le hacía un marcaje personal a su dama de una forma que todo el grupo lo notaba, no fuera que corriera a mis brazos... ja.

En la fraternidad cinco todos me amaban, porque no me conocían, salvo coordinadora y pastoralista que me respetan o me tienen miedo no se.

En la fraternidad seis la de universitarios, eran cinco personas, entre ellas, la mejor novia ( de esas oficiales y formales) que he tenido; que desde el día que me cortó hace ya poco mas de tres años y hasta el jueves santo me mantendría en una ley del hielo tan interesante, tan digna de una novela de esas feministas que tu conoces más que yo, ya te platicaré luego como fueron tantas cosas.

Esas horas previas al viaje, me sentía literalmente fuera de lugar, no tenía prácticamente a donde moverme, era extraño. El grupo del que soy uno de los dos integrantes con más "misiones" (No lo digo para vanagloriarme sino para indicar antigüedad) me fuera tan ajeno, era raro.

Subir maletas, viajar a El Salto... prometo ir más rápido con mis relatos.


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