14 jul 2018

Esteros

Me gusta pensar que a los masoquistas se nos cura con estabilidad, con la cama suave y las sabanas tibias. Que algo muy malo vive dentro y es imprescindible combatirlo con veneno, la ansiedad que nos mata lento para que no nos estrellemos pronto.
El conocimiento consume, la mente crece y se hace fuerte hasta que un día extenuada simplemente explota, sin embargo, es mucho mas exacta una sinfonía escrita de dolores y pasiones que la aburrida escala del do al si.
Por eso navego, por lo míos mas que por mi. Porque con el tiempo es mas valioso terminar juntos que llegar lejos. Porque tardamos tanto en entender que los elefantes no tienen cementerios y que su preocupación de viejos era tener cerca donde saciar la sed.

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