23 may 2010

De las malditas tensiones




A veces la humanidad es un poco incomoda, entre las maravillas de las sensaciones y los sentimientos, hay ciertas incomodidades molestas, sentir conlleva el privilegio de disfrutar pero tambien la necesidad de desear.

Es genial, cuando se te antoja una rebanada de un pastel de chocolate y te la comes, cuando estas cansado y te acurrucas en el sillón mas cómodo de la casa o cuando tienes una horrible sed y bebes un litro de agua, la humanidad tiene una y mil saciedades, para mil y un necesidades.

El problema, es cuando no tienes agua a tu alcance, cuando tienes otras cosas que hacer y no puedes dormir o cuando debes esperar para comerte el pastel de chocolate después de la fiesta, alli está el problema.

La botanica y la estética unen sus disciplinas cuando se siembran rosas cuyo fin último es el comercio. En todos los manuales y libros, hablan de cuando regarla, donde plantarla, de todos sus cuidados para que cuando llega el momento de cortarla sea plena. Sin embargo en ningun documento dice, que pasa, cuando la flor esta lista y el destinatario ya no la quiere.

Porque asi como las flores tienen ciclos, tambien los tienen los humanos, y el que habria sido feliz con una rosa, se encontró una violeta un día y se quedó con ella.

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