25 jul 2010

De las Poesías que no llegaron



El verdadero secreto de la poesía consiste en que cada verso tiene un destinatario,
muchas veces el propio poeta, otras de las miradas apacibles de la gente que mira en la calle, otras tantas de las historias que le cuentan y de sus respuestas al mundo y muchas más para desahogar sentimientos.

A veces me permito recordar esos destinatarios que jamás tuvieron mis versos de frente,
a veces me permito recordar a los que me leyeron y captaron los mensajes,
pero guardan un lugar especial en mi memoria, quienes jamás cruzaron en su mente la idea de ser dignos de merecer mis letras, siendo que lo que soy ahora es gracias a eso que alguna vez sentí.

Y aunque la vida ahora sea una felicidad estable y las letras son deberes a veces, aunque deberes no tan apreciados. Las letras escritas, son testimonio de la esencia que me ha formado y sus destinatarios son piezas importantes de la vida.

Sin embargo y a pesar de eso, mañana que comience a escribir mi testamento o el libro de mi vida, buscaré la manera de reconocer quien inspiró mis mejores letras, mis pasiones a un tiempo ya pasado, pero trascendente.

Por lo pronto hoy descanso tranquilo con el corazón de un poeta y el amor de un hombre simple, que siempre ha buscado traducir al mundo confuso y a veces cruel, en amor

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