Dichoso es aquel a quien su mensaje llega puntual y concreto, claro como el agua jamás llegará puesto que el poeta mismo desea algo de complejidad en sus creaciones, mostrar lo evidente sin abundar mucho, una vulgar expresión de libertad ante hechos que literalmente lo enervan.
Tristemente para su gustosa [y rara] manera de comunicarse, éstos seres se deleitan con gustos simples, que sin dolo ni alguna mala intención jamás entienden los mensajes tan directos a los ojos del poeta y tan borroso para quien en verdad debe leerlo y entenderlo.
La mayoría de esos esfuerzos se gastan, porque esos tan codiciados objetos amorosos, jamás están tan conscientes de lo amado que son, otra veces, pareciera que no les interesa, que no les atrae los mensajes de quien los ama. Hay quienes los leen pero prefieren la claridad imposible, que el poeta diluye en versos, por temor a herir a quien ama, porque el que escribe con rosas, habla con hiel y espinas.
El amor es ya de por si complicado, con tantas emociones y con tan poco tiempo para de verdad amar (el meollo de todo es el pinche poco tiempo) que a veces es mas sencillo olvidarse de las palabras con demasiadas silabas. y Decir lo que sentimos.
'Te amo'
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