19 oct 2011

Ausencia

Gracias Visitante de Queretaro!, por darle nueva vida a mi Poesía




La tinta se acabó, la pluma dejó de respirar, la libreta guarda muda tantas verdades, tantos sueños sin cumplir.
He aprendido que es más fácil vivir con un corazón hambriento que con mil ilusiones a medias, que con chimeneas que no calientan, que con versos sin autor y sin dueña.

Es imposible hablar de amor cuando se tiene un profundo nudo en la garganta, un hastío que sobrepasa la descripción, una sedación poco menos que profunda para poder contemplar como lo mejor del alma se desangra y se arruga.

En que momento el amor se volvió cáncer, que para alargar la vida del terminal paciente tiene que extirparse, pero al final, siempre lo mata. El ruido, al final aturde y ya no se escucha, se vuelve invisible y sin sabor.

Nunca habrá cosa más terrible que el silencio. Que la brújula que ya no apunta con certeza a ningún lugar, a las cosas que hacemos y que no rayan ni siquiera la más ínfima pieza del firmamento de la trascendencia.

Los que saben dicen muchas cosas, entre ellas que no hay nada peor que un necio. Pero nunca han sabido explicar la peor paradoja de la humana existencia, la de arrepentirnos de los que nos ha vuelto felices aunque nos haya costado la vida, por eso a veces es bueno creerle a los necios, que a esos sabios faltos de imaginación, Es preferible la necedad de Don Juan DeMarco que mil sentencias de todos los santos.

Nadie nota - ni notará - cuando el mar le de un suspiro a una de sus olas. Ni cuando una estrella de una constelación lejana deje de brillar.







No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aviso

El trabajo publicado está protegido por las leyes de derecho de autor