15 sept 2011

Existencias.

Tanto amor, me quemó las papilas gustativas.

Me gustas mucho, si. Renuevas mi vida con tus besos, pero princesa, aún no siento ese cosquilleo en el alma esa frescura que el amor conlleva. Será que he perdido la satisfacción del sabor en el alma, porque vaya que a ti, nada te falta. ¿Será que tengo el corazón todavía demasiado ocupado porque no tengo el arma para matar fantasmas?. ¿Será que ya no puedo amar, como amé antes?.

¿En qué momento la membrana del amor y del placer se volvieron una sola?, y si ya no puedo amar, ¿qué caso tiene vivir?, en que momento debe cambiarse la armonía de lo que se creía trascendental, para no vivirse, para no lograrse.

¿Cuál es el remedio a ésta anestesia?

Si gané con quimeras tan solo atrofiar mi músculo del amor.

Ni siquiera puedo sentir lo grave que es porque ahora, nada siento.



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