30 nov 2010

De mis Antojos y los tuyos.

Pareciera ayer, pero han pasado tantas cosas, son 804 días desde que te miré diferente, esa noche cualquiera, ni cuenta me había dado de tu presencia en aquel sitio, veía los deportes, le daba un sorbo a mi cerveza, comía una alita. Nada fuera de lo convencional para un puente cualquiera, tu me saludaste y seguramente al mirarte se abrieron un poco más mis ojos.

Eras tu, la misma de siempre, pero ese día sentí un cosquilleo en los labios, un antojo que no se quita, que no se apaga. No recuerdo que tonterías te dije, pero seguro fueron tonterías, ese día presionaste un botón en mi, y no te apartaste de mi mente hasta no mandarte un mensaje de texto, un simple y raro mensaje de texto,definitivamente quería verte de nuevo.

Luego escribí un poema, me dispuse a llamarte como siempre te vi, como la mujer interesante que yo conocía, la que era un enigma sabroso, ya eras una mujer bella, pero ahora me gustabas, vaya cambio de nivel. Me tenia que ir al día siguiente, pero te busqué pronto, la verdad es que lo que más adoro cuando te veo, es que me siento en una atmósfera de magnetismo, de tensión.

Te vi unas semanas después en un lugar hermoso, al que solo te llevé una vez, tristemente cerró poco tiempo después. Una bebida, una cena, una deliciosa charla y muchas luces y estrellas, a ti te interrumpían los mensajes miedosos, hasta yo habría tenido miedo, yo te miraba como siempre te miro, estábamos solos en ese lugar y aunque te sabia comprometida, ese día hubiera dejado de ser honorable, con una sola vacilación a la pregunta que te hice: "pero, estás feliz? " respondiste: "la verdad si".

La felicidad para mi, es el único argumento justo, para detenerme ese día, porque el único limite para un caballero en todos los horizontes, es la felicidad de una dama. Fingí como siempre, que te vi después lo finjo, finjo ser un tipo cualquiera, no un caballero, soy igual, pero sin abrirte la puerta o reclinar tu silla. Porque te sentía feliz, te sentía plena y en mi soberbia pensaba "Está bien por ahora".

Llegue a mi casa y escribí, desahogue como desahogo ahora, mi pasión con letras y posibilidades, tan decentes que no parecieran mis pensamientos, mis ideas, que te dibujaran con palabras sutiles, como sutil eres tu. Palabras guardadas en la otra bitácora.

Pero te ganaste un lugar en mi corazón que hasta hace una semana reconocí, como platónico.
siempre que pensaba en ti me sonreía sin darme cuenta, admitía que me gustabas pero nada más, eres única y te buscaba a veces, o tu me buscabas a mi a veces. Nunca nos llamamos, nunca nos mandábamos mensajes solo en los cumpleaños, raros? lo somos, pero también especiales.

Las veces que nos vimos fueron memorables, muchos planes, en retrospectiva, me doy cuenta, que yo no me callaba ni un segundo, tu solo mirabas y me comentabas tus novedades, siempre supimos que vernos era un evento diferente, un evento especial y así fue cada plática.
Creo que solo nos buscamos cuando nos necesitábamos, curiosamente la vida nos llevaba por ambientes parecidos, por circunstancias similares, yo llegué a tranquilizar mi antojo.

Ahora todo cambia, porque no te siento feliz, Ahora veo la oportunidad y la ventana para creer en un sueño, para romper un imposible, para que seas la Dulcinea de mi cuento, porque tu y yo creemos en el amor el verdadero, en la calidad del tiempo, en que ver a la persona correcta una hora o menos no es un impedimento, si una posibilidad.

Ahora eres un antojo que no me deja en paz, que me obliga a suspirar, que me hace sentir escalofríos con tan solo imaginar lo asequible de tus labios cuando los tenga enfrente.
Porque creo haber aprendido en otra vida, como tomarte de la cintura, acercarte poco a poco a mi, hasta abrazarte, subir lentamente mi mano a tu cuello, para tomarlo acariciando tu suave y tersa piel, tocar con mi pulgar el lóbulo de tu oído, tocar tu nunca y regresar un poco, para darle otra caricia, luego mientras te miro a los ojos, bajo mi cabeza lentamente, mientras le respiro a tu cuello, luego te guío a mis labios cierro los ojos y te doy el mejor beso de tu vida...

No me cuesta el decirte mi plan, porque para besarte, tengo 1001 planes diferentes, así que solo espero la oportunidad de saciar mis antojos... y quizá también los tuyos

;)






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