Condenado estoy éste fin de semana a no recibir un abrazo que tanto necesito y no predigo por pesimista, si no con el esfuerzo mental de la proyección esperada, quien tiene la capacidad de darlo, tiene miedo porque no sabe querer, se preocupa, pero tiene barreras para interesarse genuinamente en mi salud o mi persona, intenta a medias pues.
No se si teme enamorarse, o si teme que yo me enamore de ella, pero ahora el amor es una broma que me hace reír a carcajadas como el mejor chiste, no es nada que solicite, ni que se me antoje, suficiente tengo con arreglar éste cuerpo maltrecho de bienes y de males, de pasiones y de sales, que no puedo remediar y que tengo que sobrellevar, ahogado casi estoy.
Brindemos hoy por mi vida y por el día de mañana, por las mejores esperanzas, brindemos porque un día me acostumbre al dolor que acompañe mi alma para que no me afecte, para que no me vuelva mudo de pasiones, para que no me quite lo único suficientemente fuerte para acompañarme, la fe que no es mía, pero que he tratado de cuidar.
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