11 abr 2011

Lo que buscabas...

Hagamos de la sonrisa una ley, búscame cuando estés feliz y no triste, no quiero ser tu guía ni tu consejero, porque solo me ha interesado quererte y no ser la pasión a la que recurres cuando el mundo te odie o te trate como no te mereces. Ven aquí cuando quieras sentir amor, ni tu ni yo somos consuelo de los errores, ni tu ni yo merecemos eso.

De sobra sabes que eres especial, lo eres tanto, que aún sabiendo el destino, a veces apuesto a la mágica idea de soñar, yo no puedo juzgarte, he jugado mi vida muy parecido a ti casi me parece una catarsis cuando como seguí un poco tu vida para saber que te acontece. Seguro ya encontraste en la pasada publicación, una referencia a esa gran colección que has leído.

Sueña pues, Musa de un poeta que no se si conozco, que quizá no confirme un gusto por ti, hasta que el destino quisiera que te mire a los ojos. Detona todos los explosivos que tengas, ven reclama, ven y llora aunque no sea ninguno de tus culpables, golpeame con la saña de tus maldiciones, pierde el sabor de labios que un día probaron la miel y se empalagaron, créeme si me crees, encuentrame si es placer y no me olvides, que yo jamás te olvidaré.

Porque apagados en sol, despiertos en llano, somos poderosos imanes de la prohibida tonada que solo a veces tarareamos, dulce de luz, fuego y prisión, libertad para un esclavo, ya no te ofrezco nada, mil tesoros tengo en el alma con un sello indeleble, que no alcanzo a distinguir si es tu mirada, ya no confío en ti, porque de sobra has soportado errores que no has cometido, ninguna confianza tienes ganar, porque aunque juzgo a casi todos, contigo, no puedo, porque a mi mal, te quiero.

Ya es Abril... y algo tienes que hacer... tranquila no es tan malo.

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