Cínicos Modales.

#NowPlaying

- Yo nací para amarte- Alejandro Fernandez

- Manual de lo Prohibido- Raul Ornelas

- Contigo- Joaquín Sabina

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Es menester a veces del poeta romper sutilmente el orden, para causar al menos un leve estupor en la Musa, que el corazón que no se detiene por nada más, se detenga un segundo por causa de un amor todavía prohibido, pero quizá algún día permitido, no me disculpo por eso, porque es de amantes hacer una pequeña fechoría para decir en un instante, en un segundo y sin palabras, te quiero y pienso mucho en ti.

En mi sana rutina, a veces me permito brindar por ti, solo con dos copas, más no para no detener un metabolismo maleducado como el del autor y casualmente a la hora y al lugar que estaba, pude encontrar con la canción que es tuya, el pequeño animo de buscarte, de sentirte un poco más cerca, me dan mucha gracia mis pequeñas locuras, me gusta que me odies por uno o dos minutos, me gusta hacerte sentir así, soy cínico si, pero ojalá también algún día me concedas el calificativo de lindo. No te enojes más de la cuenta, que yo te quiero mucho.

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El mundo no conoce de justicia y yo como paladín de las buenas causas, considere justo ponerme un segundo en tu corazón a la fuerza, que es un pequeño sobresalto de amor, cuando ni siquiera violé con palabras articuladas tu recatada quietud, soy solo un menesteroso de amor pero opulento en toda clase de locuras para decir lo mismo, para ensalzar un poco, solo un poco y sólo cuando yo lo quiero tu belleza, que enaltezco solo a veces, pero que siempre admiro.

No os acuséis a éste pobre poeta de lunático, cuando vos sois la culpable de su locura, ni penséis jamás que tiene en su corazón una docena de personalidades, porque os aseguro que aun que eso fuere cierto, cada una estaría totalmente perdidamente enamorada de usted, señorita con belleza de otro tiempo, con pasión de éste, con mucha curiosidad y con un palmo de ilusión, No os acuséis a éste pobre poeta desconocido de culpas que pague con vuestro abandono.

Ni os culpéis a vuestro trovador de malas intenciones, porque en su poesía solo hay canción y sueños, donde sois dama y princesa, pasión y belleza, donde querer es un pecado que pago día a día con los versos de mil poemas, donde os entrego más de lo que debiera, donde hablo tanto que quizá soy yo mismo el verdugo de mi horca, donde soy muerto por el cruel filo de mi propia bayoneta, donde todos los días soy guerrero de vuestra impaciencia.

Sois mi Musa y mi pasión, y no con tanta intención como quisiera, deseo ser tu dulce mala educación, pasión sin tiempo, amor sin horario, versos, solo versos... Nada es un error cuando se trata de amar, y nada es tonto, cuando el corazón es sabio, la razón es a veces el estorbo, amo tu duda, me gusta tanto imaginar tu hermoso rostro disgustado, pero veme aquí enamorado, y tuyo, todavía...