4 feb 2011

Luces de ciudad.

No soy nada, solo un murmullo, o solo el fuego que ninguna razón apaga.
no tengo nombre, ni canción, solo he sido una aburrida tonada inolvidable,
soy un hogar que nadie se anima a habitar, soy cálido, soy confortable y soy vacío.
soy la estrella insomne que desearía velar un sueño, soy el que nada merezco.

Soy el que te recuerda en cada melodía de otras décadas, soy el que nada espera,
soy el que camina, el que le regala su sonrisa a un niño, para que crea.
soy guerra sin fe, soy pasión sin luna ni sol, solo soy oscura noche,
soy al que se le acabaron las lagrimas ayer, al que vive por milagros.

Soy el caballero que bebe vino tinto y reflexiona con el alma, nuevas formas,
nuevos caminos para amar intransigentemente, soy el que ambiciona,
soy el que la mediocridad teme, soy el alma con fuego incandescente,
soy el que casi nunca, solo muy contadas veces, teme.

Soy el que te habla y te grita con su silencio, el que nada te debe,
el que entrega cada día, todo su corazón a quien lo intente.
soy el que juzga delicados amores, el que quiere, y nada o mucho hiere.
soy el que te recuerda siempre, aunque el viento a otro lado me lleve.

Soy tuyo todavía, porque aún no soy de nadie que a mi se aferre,
soy sueño intenso, soy el menospreciado corazón encañonado,
soy la noble causa que no valió la pena, soy la libertad soñada,
que en éste y en cualquier otro mundo, ya nadie sueña.

Soy canto y pasión, soy vicio en una sola habitación,
soy solo eso, porque me encadenaron a la palabra ilusión,
soy poeta, soy hastío, soy vacío y lagrimas, soy frío.
no soy nada absolutamente, y hoy, hoy solo se que camino.

[No pude quemar tu poema hoy, no pude hacerlo,
lo enrollé y lo maltraté, lo guardé como pude,
seguí mi camino.]







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