31 mar 2011

Historia de Pocas

Ayer fue un día difícil, en varios años de ejercer mi carrera, solo he cometido dos errores graves que pudieran significar el perder varios cientos de miles de pesos a mi empresa. Afortunadamente me di cuenta y fue un error reparable, pero si costó el salir todos un par de horas más tarde.

Tengo a mi cargo un departamento y soy también el único miembro, listé casi treinta funciones primordiales para que todo marche bien, como ha funcionado por dieciocho meses, todavía me deben faltar funciones por listar, pero para el caso da lo mismo.

Ayer me sentía un poco triste, no suelo cometer errores, me gusta tener todo bajo control, aunque cada día me desencanto un poco de ésto, es decir siendo parte de una fábrica de dinero, no encuentro como puedo hacer al mundo mejor ni creo ser yo más trascendente.

Pero a veces como en todo, hay que respirar profundo, avanzar y hacer planes para cambiar lo que nos disgusta del mundo o de su funcionamiento, pero jamás conformarnos, jamás aceptar con mediocridad que algunas cosas malas deben ser así, esa mentalidad es la que rechazo.

Seamos pues nosotros, pero seamos mejores, porque la humanidad jamás será perfecta, pero siempre aspira a ser mejor.

No me quiero ganar la santidad cosas ordinarias, al menos no mientras me hagas falta tu, prefiero ser el loco aquel que le recita poesía a la noche, quien cree que puede provocar un suspiro o una sonrisa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aviso

El trabajo publicado está protegido por las leyes de derecho de autor