6 dic 2010

De las Damas como tu.

Me da tanto placer dedicarle versos a una dama, habiendo ya tan pocas,
la palabra mujer, encierra tantas cosas, tantos valores y placeres,
tantas capacidades, tantas habilidades que no entiendo,
tanta belleza embebida en la delicadeza de una flor.

La diferencia entre una mujer y una dama es esa sutileza que dominas,
esa pasión tan tuya, tan propia, que dejas salir un poco,
ese ritmo con el que te ocultas, pero estas ahí,
una dama, luce con un vaivén sus encantos pero sutil, siempre sutil.

Una dama que no responde, que mira, que a veces duda, pero siempre quiere,
que quisiera hiciera su propia novela, con el mas ínfimo de mis poemas.
Una dama honorable, que conoce la belleza del compromiso, del acuerdo,
pero que escucha los piropos de un loco que se jacta de jugar con metáforas y versos

La diferencia entre una mujer y una dama, es tan simple, tan sutil como ella,
con una mujer sientes placer a veces, con una dama, sientes placer, solo al saber,
que te escucha, que te lee, solo una dama, puede hacer trascender a un poeta,
cuando este la sonroja o le saca una carcajada, yo quiero ser tu poeta.

Quien te emocione, quien te transporte en unos días, a un mundo distinto y mejor,
donde nadie en dos épocas te ha sabido llevar, alguien a quien no tengas que guiar
y tomar de la mano, para llevarlo a tus paisajes y relieves, alguien que sabe el camino,
o que por lo menos, jamás se cansa de buscarlo por si mismo, no soy perfecto, pero te quiero.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aviso

El trabajo publicado está protegido por las leyes de derecho de autor