13 dic 2010

De los versos mas que tristes

Hoy es de esos días que querré olvidar pronto, de esos que doy gracias a Dios, porque me recordarán perfecto la miseria humana, que no quiero para mi vida, y que me servirán para valorar la felicidad cuando la tenga en mis manos.

Hoy no le voy a reclamar a Dios, que me dijo hace unas semanas, que sonriera, que seguía aquí porque tenia una misión muy importante que cumplir, hoy tampoco le voy preguntar las cosas que no entiendo de la vida, solo le pediré fuerza para cumplir esa misión que solo el sabe y que yo trato de descubrir todos los días.

Los que nos sentimos y nos decimos poetas, sabemos muy bien identificar la tristeza, vivimos de ella, escribimos por ella, nos servimos de ella. Lo que hoy siento es varias veces peor que la tristeza, tanto que a pesar de conocer muchas palabras del diccionario, no encuentro una que defina como me siento en éste momento.

Los detonantes de esto, no tiene caso mencionarlos con todas sus letras, ni tiene caso darles mas energía ni mayor importancia, esos dolieron y mucho, esos pegaron y fuerte, al menos hoy que me siento noqueado, que me siento en la lona y con la cuenta casi a tope.

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No se que te hice, no se con que me gané tu odio, no se porque te empeñas en herirme, yo te amé con todo lo que soy y todo lo que tengo, te ame demasiado, con los defectos que yo tengo, pero también con todas mis virtudes, si te herí y esto es una venganza has conseguido tu cometido, me has herido y fuerte. No me cuesta admitirlo porque aunque soy muchas cosas, también soy un hombre de carne y hueso y sobretodo con mucho corazón.

Sigue adelante en tu vida, y de verdad que pido por ti cuando rezo, para que estés bien y no te falte nada, que logres tus metas y seas mejor cada día. Ya no puedo hacer mas por ti, de lo que ya hice.

Por eso, también con el corazón que me queda, te juro, jamás volverte a mencionar en ninguno de los versos de ésta ni de otra bitácora, acepto el daño, acepto mi cicatriz y mañana sonreiré aunque no lo sienta, aunque me cueste, aunque me haga sentirme peor, Dios te Bendiga.

- o -

No quiero ver en cincuenta veranos a la musa que ha inspirado más que nadie en tan solo unos días, no me es fácil dejar de luchar por alguien que en verdad quiero en mi vida, pero la felicidad de esa musa es más importante que la propia, si el único caso fuera tener una rosa por poseerla aunque terminara sin un solo pétalo y estrujada que caso tendría?, en que clase de poeta hipócrita que supuestamente cree en el amor me convertiría?.

No quiero sepultar lo único que me ha dado luz cuando más lo necesitaba, aunque fuese una locura, aunque fuese un sueño. No lo quiero, pero con el dolor de mi corazón así será y eso será un dolor no de un día, no de un mes, no se de cuanto.

No quiero dejar de tener una esperanza, pero debo hacerlo.

- o -

Ahora ninguna palabra de aliento me sirve, ni ningún abrazo virtual me consuela, lo agradezco, pero no puedo fingir que hace sentir mejor.

Ninguna distracción me hace dejar de sentir el dolor que siento, el dolor de una soledad tan fuerte, que ya quema lo poco de alma que me queda.

Una realidad es que al día de hoy, nadie que quiere, puede venir a darme el abrazo que necesito y que seguramente dormiré sin el.

Otra realidad, es que soy de los que no renuncian, de los que no retroceden, de los que no negocian ni regatean, soy de los que luchan mientras tenga fuerza, el problema es que mi razón funciona también, para informarme, que ya tengo pocas fuerzas.

Cada lagrima de hoy, Cada una de ellas, la ofrezco por toda la gente, que me ha ayudado y motivado a ser lo que soy. Porque aunque no veo la victoria segura, no me cansaré de luchar por el amor en el que creo hasta que ya no tenga fuerzas.

Bienaventurados los que lloran, porque serán consolados.








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