29 dic 2010

Dilemas autobiograficos

No puedo decir que soy la misma persona que hace unas semanas, he vivido tantas cosas, he soñado tantas cosas, es reconfortante saber que he dado todo lo que tengo a la primera y sin dudar, es genial saber que tengo la capacidad de saltar sabiendo que mis alas se abrirán y volaré.

Puedo decir que desde hace cuarenta días vengo viviendo el éxito de muchos fracasos, acertando casi en todo, fallando a veces, luchando cada día sin rendirme, porque yo no me rindo, aunque sienta muchos deseos de cosas imposibles.

No quiero ser alguien especial ni solo la presunción de tu ego, mi vida reclama un lugar único en la vida de la gente que quiero, no quiero ser un recuerdo bonito, no quiero ser un incondicional seguro, quiero ser el mejor de los versos el que trascienda en tu corazón.

Pero no me rindo, no dejo mis luchas, aunque ahora me toque hacer los mejores poemas en la oscuridad de la lampara de mi estudio, en hojas de papel, que guardo en el cajón, para algún día, después de que por fin me alcances salgan y te los recite a media luz con tu música favorita.

No soy el mismo hombre, soy mucho mejor que hace unas semanas, porque he amado sin interés y me han amado desinteresadamente, porque éste fin de año, quizá me vaya solo a ese lugar de mis sueños, que está a unos kilómetros de aquí, a sentarme, a esperar y a mirar por el horizonte, para saber quien se atreve a compartir mis sueños.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aviso

El trabajo publicado está protegido por las leyes de derecho de autor