8 ene 2011

Caminando cerca de tu puerto

En unas horas, pasaré un buen rato a unas calles de tu castillo, vaya que el lugar que guarda la princesa de mi cuento es respetable, sin embargo siempre coquetea la idea en mi mente de llegar sin avisar y de robarte unos minutos, solo para verte, solo para tomar otra bocanada de inspiración.

Hoy me siento tan vació de versos y tan lleno de sentimientos, como en la tregua de una guerra implacable, que después de ayer, me dejó unos instantes en el ojo del huracán, mirando el paisaje un poco desordenado y con una brisa tranquila, un tiempo para sentir la paz que solo se siente después de una fuerte tempestad.

Quizá solo estoy viviendo los instantes después del orgasmo literario de ayer y no pude describir mejor, ojalá ya estés mejor de tu gripa y también siento que una persona de tu familia está enferma, ojalá me equivoque y todos estén en perfecta y cabal salud, hoy la brisa suave y el sol me acarician aunque son buenas sigo deseando tus caricias.

Te escribo a minutos de viajar, me siento tan tranquilo y tan feliz, con una dulce paz, como si escribirte no me alterara, hoy me siento anestesiado a la ansiedad, hoy solo disfruto y lo dejo ser, hoy solo soy un ser humano que sonríe sin motivo, y vaya que eso es mas valioso que el oro, es como flotar en lugar de caminar, es como volar en lugar correr, te quiero mucho,mujer bonita.

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