26 ene 2011

Sanas desapariciones

A veces uno tiene la enorme necesidad de desaparecer, tomar un respiro, afrontar nuestros pensamientos o simplemente tomarnos un tiempo para nosotros, para hacer lo que nos gusta, las cosas que nos hacen ser nosotros mismos. Mirar dentro de nosotros en una introspección que aunque a veces se encuentra tejido sano y a veces tejido necrosado, es necesaria para seguir adelante, a veces es tan bueno apagar el ruido del mundo y solo escuchar el murmullo de nuestro corazón.

Retirate a tu desierto, a tus propias laderas, contigo misma y con tu belleza, sólo tu y en la mochila tu esencia, recorre un minuto o una semana esos paisajes que sólo tu conoces y los que te queremos pretendemos conocer o tratamos de interpretar, has un viaje al centro de tu corazón, para tomar aire, para respirar y aguantar las exigencias de la rutina que amas, con la vocación que eliges todos los días, sueña con lo que quieras, aprecia cada una de tus ilusiones y atesoralas en un cofre lo suficientemente escondido para que no te lo roben y lo suficientemente a la vista, para que de vés en cuando lo mires para recordar lo que hay dentro.

Date la alegría de reencontrarte contigo misma, es a veces bueno tomar una copa de nuestra propia esencia, para enamorarnos de lo que pretendemos ser y vacunar nuestro ego, contra las riesgosas intromisiones o heridas que nos perturban solo con el morbo, solo con las verdades dadas por entre dicho. Con las cosas que el mundo cree que somos, con nuestra propia integridad y nuestras propias ilusiones, hazlo bella Musa si es que no es lo que has estado haciendo alejada casi de todo.

Aún en tu desierto que a lo mejor interrumpo como me agrada interrumpir para tratar de que pienses un poco en mi, aún allí disfruta del poco tiempo de verdadera libertad que tienes, tanto de las cadenas, como de las vocaciones, de los deberes y de todo aquello que a veces opaca nuestro propio brillo, disfruta tu amanecer, sal a pasear camina por algún lugar bonito, respira profundo y has todas esas cosas que no tengo necesidad de decirte, porque en tu inteligencia y pasión por la vida seguro ya hace, hoy solo soy un narrador de cosas que quizá ya hiciste o estás haciendo, te quiero mujer hermosa!.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aviso

El trabajo publicado está protegido por las leyes de derecho de autor