Y aunque te escribo a ti musa, también le sigo escribiendo a Emilia, las cartas donde me visto de sinceridad y me desvisto de estas metáforas y versos por si algún día quieres dejar de ser musa y ser Emilia, cartas donde explico cada paso y cada detalle, en ésta pasión, en éste sueño al que tu me llamas, al que me inspiras con tus ojos, con las promesas que escondes donde la mayoría de la gente no ve, perdóname por forzarte, por atarte, por obligarte, fui un insensato, yo ofrecí mil poemas y quise subir el fuego, a algo que pasará tarde o temprano, porque el universo no puede alejar por mucho tiempo dos almas iguales y del mismo color.
Mientras tu a tu forma sutil no me digas que me vaya, no podré irme, mi corazón ya está encadenado a ti, mientras me busques, mientras necesites un verso que te ayude a aliviar el dolor que sentimos los dos, mientras el viento te murmulle mi nombre y mientras tengas la misma ansiedad de leerme, como yo por escribirte, mientras podamos dormir y soñar allí estaré porque el día que me resista a tus ojos o a tus labios, no es hoy.
No se amar de otra manera, que no sea con la palabra entrega, que más me da algunas lagrimas, algunas noches sin dormir, se amar como tu sabes, y mis cuentos son tuyos, y mis sueños te siguen buscando. Solo déjate llevar y embriagar por mis versos, por mis realidades, por lo que tenga que ofrecerte tu escoge las estrellas que quieras de mi sueño, hoy es un buen día porque lloverán estrellas y por favor sea como sea bonita, nunca me olvides, porque el día que me resista a tus ojos o a tus labios, no es hoy.
Yo ya sé cual es el siguiente paso... Atarte a mis mil poemas tuyos
No hay comentarios:
Publicar un comentario