Soles eternos

Hasta la estrella más lejana tiene un ciclo en éste universo, hasta el sol que miramos por la ventana es finito, brillará solo que su tiempo tenga, y si el sol es infinito que seremos los seres humanos, un murmullo casi inaudible en éste universo, un pequeño sobresalto, una brisa casi imperceptible en un desierto, un latido entre millones de corazones.

Es tiempo pues de arrojar a la basura lo que ya no nos sirve lo que nos lastima, es tiempo de cuidar los talentos con los que llegamos a éste mundo, nuestra familia por ejemplo, es tiempo de guardar lo que todavía no entendemos, de dejar que el tiempo nos haga mas sabios, no es rendirse es poner orden, no es retirarse ni arrepentirse es solo modificar la estrategia.

Vivo mucho y hago muchas cosas, pero solo tengo mis versos para cambiar mi mundo y tu mundo, para saber que si has llegado a éste blog y a éste poema eres especial y para que mis letras te sirvan de algo, por eso te escribo y te sigo escribiendo, por eso no dejo un espacio entre tu corazón y el mío porque no quiero guardar más de lo que se debe, porque con lo que todos los días nutre mi cajón con adorables cursilerias y ejemplares perversiones dibuja otras pasiones otros sueños.

Soy el mismo hombre, pero hoy soy mejor, porque hace un rato decidí no difuminar mi existencia, metiendole basura a mi corazón por no sentirme solo, decidí esperar en el horizonte, decidí esperar como decidí esperar ayer, solo que hoy con mas fe. Porque de todos modos ya sé lo que sucederá mañana, solo debo ser un mejor hombre para afrontarlo con honor, caballerosidad y entrega, solo debo ser paciente un poco más de tiempo.

Ahora solo pido al cielo la fuerza para no retroceder, para no cansarme y crecer un poco, para que cuando llegue lo que ya miré y lo que ya espero, tenga más amor que sólo el de mis versos y mis besos, y pueda aprender otras mil maneras de amor, para que cuando toques a mi puerta, te tope en la calle o el destino por fin nos reúna querida mujer con el rostro algo difuminado e identidad algo desconocida, tenga el valor de abrirte como ya lo hice las puertas del alma y de mi corazón y las ocasionales lagrimas y los continuos dolores, sean desquitados con desgastantes pasiones, porque mi cama ya te merece.

Te invito hoy, a que tu y yo mañana o pasado, cuando el destino lo quiera, seamos soles eternos.

Ojalá me pudieras decir bien tu nombre, porque solo tengo idea de quien puedes ser, pero no estoy seguro.